Para estimular esta reflexión, los alumnos y alumnas de 5º y 6º vieron una presentación en la que les desgranábamos nuestras ideas sobre lo que es estudiar, y les pedíamos las suyas. Hay que reconocer que no les entusiasmó quitar del tiempo de hacer tarea este rato... Pero al menos, prestaron atención y reconocieron que a la larga sí es importante pensar sobre nuestros propios hábitos de estudio.
Al final de la semana, les proporcionamos un cuestionario adaptado de preguntas concretas con las que hacer una primera evaluación de su sistema de estudio, y detectar algunas situaciones que se puedan mejorar con algunas pautas. Además, el cuestionario tiene una autoevaluación, de manera que pueden ver aproximadamente si con carácter general utilizan un método más o menos adecuado en su estudio.
Con los alumnos y alumnas de 4º hicimos el cuestionario en grupo, ayudándoles a la lectura de las preguntas, especialmente las que, al ser de carácter más personal o introspectivo pudieran causarles dudas.
Durante la semana que viene estudiaremos sus respuestas al cuestionario y hablaremos con cada uno y cada una de los resultados. Y dentro de dos semanas pondremos en práctica algunas de las ideas que ya avanzamos la semana pasada para mejorar la lectura, el estudio y la resolución de problemas.
Nos parece importante que entiendan que las estrategias que cada persona utiliza para aprender son muy personales, y que no hay recetas que sirvan para todo el mundo, sino que cada persona tiene que encontrar, a través de la experimentación, aquellas que le funcionan mejor. Sin embargo, hay algunos aspectos que son imprescindibles para que todas esas estrategias personales funcionen: comprender lo que se lee, y ejercitar los aprendizajes. Incluido el aprendizaje de distintas técnicas de estudio. No basta con memorizar que hay que subrayar y cómo hacerlo: hay que practicarlo.
